jueves, 22 de abril de 2021

23 de abril

 Hoy es el día del libro y en la entrada del Instituto se aprecia al instante de adentrarnos en el centro, cuando ves los carteles que los alumnos han creado para la esta ocasión tan especial: 

Para conocer un poco más como se creó esta festividad, podemos leer esta otra entrada: El país del Quijote y de las rosas. Este día tenemos presentes especialmente a los escritores Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega:

La obra cumbre del español, Cervantes, es El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, como ya sabemos.

En el capítulo LVIII reconocemos uno de los fragmentos más conocidos de la obra:

"-La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres."

Por su parte, el dramaturgo inglés Shakespeare destaca por algunas magistrales obras teatrales como Romeo y Julieta o Hamlet. Las palabras iniciales de la escena I, del acto III reflejan la duda existencial del protagonista: "Ser o no ser, esa es la cuestión" (en inglés: "to be, or not to be, that is the question"). Este es el monólogo más famoso de Hamlet (interpretado en este caso por Mel Gibson) de la versión cinematográfica dirigida por Franco Zefirelli en 1990: 

Por último, el hispanoamericano Inca Garcilaso de la Vega, apodo por el que se conocía a Gómez Suárez de Figueroa, simbolizó la unión entre distintas culturas. Hijo mestizo del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y Vargas, y una princesa inca, Isabel Chimpu Ocllo, conocida como la Palla (¨mujer de sandre real¨); escribió obras tan importantes como Comentarios Reales. Este es un fragmento de la obra, con tintes autobiográficos:

"A los hijos de español y de india, o de indio y española, nos llaman mestizos, por decir que somos mezclados de ambas naciones; fue impuesto por los primeros españoles que tuvieron hijos en Indias; y por ser nombre impuesto por nuestros padres y por su significación, me lo llamo yo a boca llena y me honro con él. Aunque en Indias si a uno de ellos le dicen sois un mestizo, lo toman por menosprecio. [...] De las grandezas y prosperidades pasadas venían a las cosas presentes, lloraban sus Reyes muertos, enajenado su Imperio y acabada su república, etc. Estas y otras semejantes pláticas tenían los Incas Pallas en sus visitas, y con la memoria del bien perdido siempre acababan su conversación en lágrimas y llanto, diciendo: »Trocósenos el reinar en vasallaje... « etc. En estas pláticas yo, como muchacho, entraba y salía muchas veces donde ellos estaban, y me holgaba de las oír, como huelgan los tales de oír fábulas. Pasando pues días, meses y años, siendo ya yo de diez y seis o diez y siete años, acaeció que, estando mis parientes un día en esta su conversación hablando de sus Reyes y antiguallas, al más anciano de ellos, que era el que daba cuenta de ellas, le dije:

- Inca, tío, pues no hay escritura entre vosotros, que es lo que guarda la memoria de las cosas pasadas, qué noticia tenéis del origen y principio de nuestros Reyes? Porque allá los españoles y las otras naciones, sus comarcanas, como tienen historias divinas y humanas, saben por ellas cuándo empezaron a reinar sus Reyes y los ajenos y al trocarse unos imperios en otros, hasta saber cuántos mil años ha que Dios crió el cielo y la tierra, que todo esto y mucho más saben por sus libros. Empero vosotros, que carecéis de ellos, ¿qué memoria tenéis de vuestras antiguallas?, ¿quién fue el primero de nuestros Incas?, ¿cómo se llamó?, ¿qué origen tuvo su linaje?, ¿de qué manera empezó a reinar?, ¿con qué gente y armas conquistó este grande Imperio?, ¿qué origen tuvieron nuestras hazañas? El Inca, como holgándose de haber oído las preguntas, por el gusto que recibía de dar cuenta de ellas, se volvió a mí (que ya otras muchas veces le había oído, mas ninguna con la atención que entonces) y me dijo:
- Sobrino, yo te las diré de muy buena gana; a ti te conviene oírlas y guardarlas en el corazón (es frase de ellos por decir en la memoria). Sabrás que en los siglos antiguos toda esta región de tierra que ves eran unos grandes montes y breñales, y las gentes en aquellos tiempos vivían como fieras y animales brutos, sin religión ni policía, sin pueblo ni casa, sin cultivar ni sembrar la tierra, sin vestir ni cubrir sus carnes, porque no sabían labrar algodón ni lana para hacer de vestir; vivían de dos en dos y de tres en tres, como acertaban a juntarse en las cuevas y resquicios de peñas y cavernas de la tierra. Comían, como bestias, yerbas del campo y raíces de árboles y la fruta inculta que ellos daban de suyo y carne humana. Cubrían sus carnes con hojas y cortezas de árboles y pieles de animales; otros andaban en cueros. En suma, vivían como venados y salvajinas, y aun en las mujeres se habían (se comportaban) como los brutos, porque no supieron tenerlas propias y conocidas. "

Los libros nos sumergen en mundos diferentes y expanden nuestra imaginación como se aprecia en el corto de esta otra entrada: El país de los libros. Si tenemos iniciativa, podemos convertirnos en creadores y realizar nuestro propio libro, dejando volar nuestra imaginación. Eso han conseguido los participantes del Concurso literario y, por ello, lo celebramos con ellos leyendo poemas en sus respectivas aulas. Estos son fragmentos de otras obras literarias de escritores consagrados: El viejo y el mar y Momo.

Jordi Sierra i Fabra es un escritor juvenil que nos inspira con sus palabras sobre la importancia de la lectura desde joven:

Como hemos visto, todos tenemos un rincón de soñar y a veces es importarte pararte en tu instituto y crear otros espacios en los que poder leer, escribir y disfrutar de ambas actividades como realizar fotopoemas o empapelar las escaleras del instituto con citas de distintos autores para subir motivados cada día a clase con ganas de aprender más y mejor.

Por último, acabamos con uno de los poemas de Gloria Fuertes que hemos leído por su originalidad y sencillez:

"De fresa, limón y menta
Pirulí.
Chupachús hoy en día
“lolipop” americano.
Pirulí.
 
Cucurucho de menta,
caviar en punta de mi primera hambre,
primer manjar de mi niñez sin nada,
juguete comestible
cojeando cojito por tu única pata de palillo de dientes,
verde muñeco azucarado indesnudable
-te devora entero
metido en tu barato guardapolvo de papel-.
Tu primer pecado de carne,
caperuzo imposible,
…robé para comprarte,
fantasmita paqueñito
penitente de dulce
de mi primera Semana Santa
 
¡Pirulí!
Triste ciprés si estabas
en la mano de otro."