martes, 24 de marzo de 2020

Una enfermedad formidable

Los cambios semánticos consisten en modificaciones o adaptaciones de significado que se suceden en el tiempo o en el espacio. Como hemos visto en el libro de texto, puede haber diversas causas: históricas, lingüísticas, sociales o psicológicas.
Estos tiempos raros en los que vivimos, trabajando en casa, posiblemente propicien algunos cambios semánticos. De hecho, ya han aparecido potenciales expresiones populares que los más mayores digamos dentro de cuarenta años, como "Ya está tu abuelo con batallitas del coronavirus", "Pasé una enfermedad formidable" o "Hasta el cuarenta de mayo, no te acerques a un yayo".
Veamos este primer ejemplo. Las batallitas que cuentan hoy nuestros abuelos suelen ser sobre la Guerra Civil Española pero, al cambiar el referente histórico que vivimos, se cambia también el contexto y ese referente; sustituyéndolo por otro más actual: el COVID-19.
Si nos fijamos en el segundo ejemplo, seremos conscientes de cómo ha cambiado nuestra lengua. El adjetivo "formidable" proviene de la palabra latina formidabĭlis, que tenía el significado de 'temido'. A su vez, el origen de formidabĭlis era el verbo formidare, cuyo significado es 'temer'.Actualmente, el adjetivo ya no da el miedo que transmitía la palabra latina, aunque el DRAE mantenga esta acepción en desuso. La más utilizada es, sin duda, la tercera acepción: "magnífico". Por eso, el cambio lingüístico en esta palabra se ha producido, en palabras de Guiraud, por el oscurecimiento de la motivación etimológica. La principal razón es que ya no recordamos el sentido literal de la palabra. Sin embargo, ¿Qué significado tendría en la oración anterior? Por último, el tercer ejemplo sería una actualización del refrán original: "Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo". Etimológicamente, el sayo era una prenda de vestir sin botones, que no era muy ajustada, llegaba hasta la rodilla y solía ponerse debajo de la capa, como observamos en la imagen de la izquierda. Sin embargo, actualmente se usa con un sentido más genérico en el habla coloquial: ropa.El significado del refrán original es que no te confíes y salgas a la calle con ropa veraniega porque en primavera el tiempo es aún cambiante.Por otro lado, la versión actualizada del refrán sería el resultado de una pandemia que afecta a nivel histórico, social y psicológico. Para prevenir que nuestros mayores se contagien, debemos mantenernos a una distancia prudencial de ellos. Ahora, centrémonos en la palabra "yayo". Curiosamente, su origen es desconocido, pero sabemos que es un apelativo cariñoso que designa a nuestro abuelo. (Quizá se una onomatopeya que reproduce el lenguaje infantil.)Es interesante el contexto en el que se podría pronunciar un discurso con este nuevo refrán. Por un lado, se podría utilizar como una advertencia para mantener las distancias con el ser querido por un rebrote de la enfermedad o, en sentido metafórico, porque está muy enfadado contigo.Por otro, podría usarse con un sentido humorístico o cariñoso, en el que el sarcasmo fuera el protagonista o/y con la idea de que es bueno cuidar de nuestros abuelos y escuchar sus experiencias.Finalmente, te propongo que busques más palabras y expresiones que podrían cambiar dentro de medio siglo. Además, realiza el ejercicio propuesto para trabajar e investigar las causas de los cambios semánticos.
Ejercicio I


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